Su rostro ya reflejaba el pasar
de los años, el cansancio y la ardua lucha de haber criado sola a seis hijos, y
a pesar de eso cuidar a 12 nietos como si ella los hubiera “parido”, era lo que
siempre decía. Recuerdo mucho lo cariñosa que era conmigo, todos los días se
levantaba muy temprano a bañarme y cambiarme para ir al jardín, ya que mi mamá
trabajaba de lunes a sábado y regresaba por la noche.
Me trataba como una hija más, me
daba de comer en la boca, jugaba conmigo, y al peinarme el cabello, siempre me
cantaba “chiquitita dime porque las estrellan brillan y desaparecen Déjame
compartir tu alegría chiquitita”.
Al pasar los años a pesar que ya
estaba dejando de ser una niña, ella igual me consentía, y me seguía tratando
como una niña pequeña a pesar de que ya tenía 10 años y ya no me gustaba jugar
con muñecas, ni ponerme vestidos.
Fue exactamente un 15 de febrero,
cuando yo tenía 11 años, y le detectaron cáncer, fue un golpe muy duro para la
familia, y aún más para mí, porque siempre creí que ella seria eterna, y que
nunca me faltaría.
Era admirable verla todos los
días, levantarse muy temprano a preparar el desayuno para todos, y querer hacer
todo en la casa a pesar de su enfermedad. Pero el cáncer se la llevo muy
rápido. Dios solo me permitió disfrutar de ella, 5 meses más.
Fue exactamente un 26 de julio
2004, mientras dormía, ella se apareció en mis sueños, una luz resplandeciente
la rodeaba, como si fuera un santo, estaba parada frente a mi acariciando mi
cabeza. Desperté al sentir sus caricias, y me sorprendí al verla levantada, ya
que el cáncer la había deteriorado rápidamente. Al verla empezó hablarme “tengo
que irme, porque siento que ya cumplí aquí con todos ustedes, no llores por que
ya no me veras físicamente, porque siempre estaré a tu lado cuidándote te amo”
esa fue la última vez que escuche un te amo de su boca. Al despertar ella
agonizaba lentamente
Son muchos los recuerdos que tengo de mi
abuela, es muy grande la admiración y respeto que siento por ella, a pesar de
que hace 8 años ya no esté a mi lado.
Pero siempre hablo con ella y sé que me escucha.
Ella para mi es y siempre será el
mejor ejemplo de mujer y de madre, que pueda tener, al igual que mi madre.
Por Alejandra Idañez
Por Alejandra Idañez
oww es realmente una crónica muy conmovedora , realmente muy buena , ya que das a conocer lo mucho que amaste y sigues amando a tu abuela . Muchas personas se deben de sentir identificadas con esta enfermedad ya que en la actualidad muchos sufren de ella.
ResponderEliminarMe encanto tu cronica, me ha transmitido muchos sentimientos y me he sentido muy identificada, no tanto por lo de la enfermedad si no por el amor que sientes por ella. Sigue asi Alejandra muchos exitos :)
ResponderEliminarme parecio una cronica muy emotiva , ya que refleja el grana amor que se siente por un ser querido, en este caso tu abuela felicidades
ResponderEliminarLiliana Robles
Definitivamente una muy linda cronica muy conmovedora! Perder a un ser querido es lo mas dificil que uno puede pasar! Una abuelita es siempre un angel que nos cuida y nos va a cuidar! Linda interpretacion descripcion muy buena! Felicidades!
ResponderEliminar