martes, 3 de diciembre de 2013

Crónica : La visita al Señor de los Milagros

Me encuentro en la avenida Tacna, la pista se está llenando. Habían cerrado toda la  avenida. Veo como todas las personas están haciendo arreglos por la salida del señor de los milagros. Apenas eran las siete de la mañana. En la calles estaban armando unos toldos enormes de color alusivo al señor de los milagros. También pude apreciar como algunos locales colocaban algunas gigantografía con el señor de los milagros. Las cuales le pedían toda su bendición. Otros hacían unos dibujos encima de la pista. Mientras la en los edificios hacían flamear la bandera en lo más alto. En sus comisarias los policías bien alineados preparados con la banda de músicos  algunos alegres y otros normales como si no importarles nada. Ellos también tenían su toldo mucho mas enorme con unas sillas en las cuales solo se sientan personas importantes como el coronel y altos mandos de la PNP.


Ya eran las doce del mediodía  sigo caminado y veo que por la avenida Alfonso Ugarte con jirón quilca veo que en los colegios que habían  cancelado sus clases por el pase del señor de los milagros y como siempre el director haciendo trabajar a algunos profesores demás encima no les paga. También los ambulantes no se quedan atrás como siempre aprovechando el momento para poder vender sus alimentos otros juguetes etc. Ya eran las seis y media a lo lejos se podía ver una gran masa que se acerca lentamente liderando la imagen del señor de los milagros y con sus Devotos detrás de él algunos arrojando flores otros llorándole. Pidiendo por su salud, por su negocio etc. A medida que va avanzando el señor de los milagros la gente se va acumulando es todo un caos. Algunas personas caen por falta de oxigeno. Yo también no podía respirar para poder caminar era difícil muy angosto encima por mi baja estatura aun más no podía ver.

Se escuchan a lo lejos los cánticos de las mujeres pertenecientes a la hermandad, llevan el clásico hábito morado, más adelante las sahumaduras cantan o rezan o el rosario. La banda que se hace presente, la cuadrilla de emergencia en caso de que ocurra una desgracia por el tumulto. Y en el anda del milagroso Cristo Moreno se mese por las viejas calles de Centro de Lima. Las emociones encontradas que algunos lloran y otros gritan “qué viva el Señor de los Milagros”, mientras que otros esperan desde el balcón de sus casas para aventar flores y bendiciones al paso del Señor.
La imagen del Cristo Moreno sigue  avanzando y yo tengo que partir. Han sido más de ocho horas en las que he visto rostros e imágenes que he transmitido en estas líneas.
Al buscar un paradero veo cómo los ambulantes se han ubicado en las calles aledañas y en las brasas se empieza a sentir el aroma del  anticucho. A lo lejos, un señor me  invita a probar “sin compromiso” su turrón. Tengo hambre pero sigo mi camino reflexionando sobre mi fe, la que muchas veces tenemos pero que nos cuesta encontrar.

Por: Jorge Guerrero

1 comentario:

  1. muy buena crónica, quién no ha visitado al señor de los milagros. Gracias a tu trabajo haz hecho que no es posible ir a la misma procecion para sentir esa sensación ,ya con tus palabras y descripciones , haces que los lectores se trasladen al lugar de los hechos, gracias y espero sigas deleitándonos con esas crónicas. Suerte

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