domingo, 24 de noviembre de 2013

CRÓNICA : MARÍA


La noche del 1 de mayo del 2013 fue una fecha distinta para María, la fecha en que dejó de existir. Dejó atrás recuerdos familiares, de su juventud y de todos los bonitos recuerdos vividos con su esposo e hijos y de la buena vida que pasó en Ica.

En el transcurso de su vida, vivió demasiado acompañado de sus diez hijos, pero llegó el momento en que la vida le pase las cuentas y ella aún no estaba preparada para eso.
A sus 79 años, ya se le hacía difícil ponerse de pie y requería de la ayuda de un bastón para mantenerse en pie. Sus manos se volvieron débiles al igual que sus piernas que ya no resisten su propio peso y tienden a tambalearse y producirles dolores. Tenía un paso lento y por ratos se detenía para poder ganar un poco más de aire y seguir con sus caminatas diarias que le recomendaron en el hospital, ella sabía que  llegará el momento de partir y daba sus últimos pasos de vida para que no sientan pena por ella.

Diabetes fue la enfermedad que con el pasar de los años se volvió su única compañera, su única aliada y la que por el resto de sus días vio como sufría y como derramaba lagrimas por la pena de ya no tener a su difunto esposo y único verdadero amor de toda la vida, Claudio Chacaliaza.

Se rindió ante su enfermedad el día que su esposo falleció por un cáncer al estomago. Se dejó vencer por la diabetes y por las malas ganas de seguir con vida.
Estaba internada en el hospital Uldarico Roca por cerca de tres semanas, antes de su muerte. Acompañada de varias personas con distintas enfermedades y con distintas historias de vidas, pero todos llegaron a ese lugar con el mismo destino, partir en algún momento.

Los médicos, con mucha pena, daban las noticias a sus hijos, que iban de vez en cuando a visitarla al hospital, tienen que seguir esperando a que María se recupere por un milagro de Dios o esperar a que Dios la recoja en su gloria y que por fin pueda descansar en paz, les decía aquel doctor.

Francisca, su única hija que le dio todo su apoyo hasta el día que falleció, fue la única que vio cómo María poco a poco se iba deteriorando y perdiendo las ganas de seguir con vida. Fue la única que la ayudo por cerca de siete años y dio todo de ella para que María pase sus últimos días feliz.

María era una mujer muy hermosa y alegre. Era una mujer que dejó atrás todo orgullo e imagen de mujer fuerte para dejarse vencer por una enfermedad que hasta ella misma podría combatir. María antes de partir trata de perdonar a sus propios hijos para poder descansar en paz con ella misma. María sabe que a la hora de partir dejará triste a varias personas.
Llegó el momento de partir, fue una madrugada de lluvia en la que María decidió dar su último respiro y partir hacia la gloria divina.

Sus familiares que llorando le daban su último adiós en un lugar lleno de flores y velas aromáticas encendidas que alumbraban toda la sala en donde velaban a la difunta María Castillo.
Encerrada en un ataúd marrón, con un par de arreglos florales a su alrededor, María por fin iba a descansar en paz después de tanto sufrimiento por unos siete largos años que le toco vivir.

Todos esperaban que por fin pueda estar en su gloria y así es como fueron las cosas para ella. María Castillo descansa en paz.

Por: Diego Chacaliaza

15 comentarios:

  1. Tu crónica es muy emotiva, a pesar de que yo no conocí a mi abuela, puede sentir que se siente perder a alguien que se quiere y aprecia mucho. Continua escribiendo así TE FELICITO!!

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  2. Lamento la perdida de tu abuela, pero estuvo muy interesante tú crónica, sigue así :)

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  3. Realmente me he sentido identificada con esta crónica pues yo tuve a mi abuelita padeciendo de una enfermedad muy difícil. Dijiste algo muy importante en tu crónica .Perdonar, el perdón es lo más importante. Ahora ella esta en el cielo y ten por seguro de que es al lado de Dios. Muy buena crónica. Windy

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  4. Muy buena crónica, enseña y transmite mucho, lamentablemente así es la vida llega el momento en que uno tiene que partir por la vejez aunque nos duela tenemos que pensar que ellos estarán bien en la otra vida. Felicidades me encanto tu crónica. !!

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  5. Que bonita cronica! Transmite mucho sentimiento! Es dificil perder un ser querido pero lo redactaste muy bien! Felicidades!! Un buen trabajo!

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  6. Que hermosa crónica mi estimado Diego Martín, me encanto tu crónica. Sigue para adelante y continua escribiendo.

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  7. Muy interesante tu crónica, que buena redacción.

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  8. Muy buena crónica y muy conmovedora , se puede dar a conocer el gran cariño que tuviste y tienes a tu abuela , y lo que se sufre al perder a un ser querido por una enfermedad . Tiene una buena redacción así que Felicidades y sigue asi :3

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  9. Sé lo que se siente perder a un ser amado, veo que le pusiste mucho punche a tu crónica, sigue así

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  10. Me identifique mucho yo también perdí a mi abuela, pero por otro lado muy buena crónica diego, sigue así

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  11. Es una cronica muy conmovedora y transmite muchos sentimientos, y esta demas decir que es una buena redaccion. Sigue asi vas en buen camino, exitos !

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  12. Muy buena crónica Diego, sigue así!

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  13. Que interesante tu crónica, yo también perdí a un ser querido y me identifique mucho :c, pero estuvo muy buena la redacción, saludos :)

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  14. Estuvo muy bonita tu crónica Diego, lamento la perdida de tu abuela, me conmovió mucho :)

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  15. es una crónica muy emotiva, con la cual me identifico, se lo que se siente perder a una persona que amas, como lo es una abuela, por mas que quisiéramos que estuvieran eternamente con nosotros, sucede lo contrario, es la ley de la vida tenemos que resignarnos felicidades diego martin

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