A lo largo de los años, el
servicio militar obligatorio ha sido y sigue siendo un tema controversial entre
la sociedad peruana, sobre todo entre los jóvenes, ya que ellos son los
principales afectados del reclutamiento por parte de las fuerzas armadas para
cumplir con dicho servicio. Asimismo, la ley acerca del servicio militar ha
sufrido continuos cambios y evoluciones respecto de las prácticas de
reclutamiento implantadas.
En 1898 se decreta la Ley
del Servicio Militar Obligatorio, que regulaba de manera detallada el servicio
a la patria en el país. Esta fue de carácter forzoso para todos los peruanos
seleccionados por sorteo, enrolados o voluntarios, de entre 19 a 23 años de
edad. Las mujeres quedaban excluidas.
Posteriormente, en 1949 se
promulga a Decreto de Ley N° 10967, con el cual se extiende la prestación del
servicio militar también a las mujeres. Años más tarde, en 1999, La Defensoría
del Pueblo presentó una propuesta de reforma integral del servicio militar. Dicha
propuesta fue aprobada por la Comisión de Defensa del Congreso y convirtió el
servicio militar obligatorio a voluntario. En ella se excluye el carácter ineludible
del reclutamiento. Finalmente, en el 2000 entra en vigencia la Ley del Servicio
Militar Voluntario.
En la actualidad, este tema
es nuevamente motivo de controversia y polémica entre los jóvenes que son
llamadas a servir a la patria. Asimismo, dicha ley es hoy criticada desde
distintos ángulos por las condiciones en que quieren reimplantarla. Estas
críticas surgen, principalmente, por el trato discriminatorio de la norma, el
cual exonera a los estudiantes universitarios de la obligatoriedad del
servicio. Sin embargo, esta Ley no exonera a los estudiantes de carreras
técnicas en institutos u otros centros de estudios.
Por lo tanto, estos se
encuentran en la obligación de cumplir con dicha norma. Además, es posible
pagar una multa de media UIT (Unidad Impositiva Tributario) para no ir al
servicio militar, lo cual imposibilita a las personas de escasos recursos de
pagar dicha multa en cuanto no tienen los medios para pagarla. Los sorteos, en
el caso de personas con escasos recursos, están obligados a servir su patria
como soldados, mientras que los suertudos que tienen plata, si por esas razones
del destino son los elegidos para ir a un cuartel, pueden pagar la mitad de una
UIT (s./ 1.500) como multa y se liberan del compromiso patriótico.
Opina Roy Santisteban
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