En
el 2011, una trágica noticia sobre el
fallecimiento de tres niños, que habían consumido alimentos del Programa Social
Pronaa, alarmaba al país entero. Esto sucedió por un incumplimiento y errores
que no supieron corregir a tiempo. El precio fue la vida de tres menores.
En
el 2012, se anunciaba la extinción del programa social Pronaa, para de esta
manera dar paso al Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma. Dicho
programa se encargaría de brindar alimentos a niños de educación inicial y
primaria, a partir de los tres años, principalmente a niños de extrema pobreza.
La noticia se dio a conocer con muchas expectativas, entre bombos y platillos,
es más aduciendo que este programa sería mejor que el desaparecido Pronaa del
anterior gobierno. Es lamentable reconocer que a pesar de que los medios anuncian al país sobre un crecimiento económico, aun contamos con zonas en extrema pobreza.
No
pasaron ni dos meses de su inauguración para que Qaly Warma se viera envuelta en un escándalo.
Empezaron a aparecer denuncias contra el programa por la
intoxicación de menores tras ingerir alimentos vencidos, en algunos casos con
excrementos de roedores, etc. Estos serían los indicios de que algo no está
funcionando bien. Indicios que comprometerían mucho más a los encargados del
programa social Qali Warma.
La
ministra de Desarrollo e Inclusión
Social, Carolina Trivelli, tomó las cosas con calma, y solo declaró que se
harían las investigaciones correspondientes para determinar a los responsables.
Esto causa un tanto de ironía. Posteriormente las denuncias seguían apareciendo.
Es ilógico no hacer algo, cuando son varios los indicios de que algo anda mal,
pruebas que apuntan a un mal control al
momento de distribuir los alimentos, que día a día viene perjudicando a más
niños.
Los
partidos de oposición pidieron investigar el programa y a quienes lo conforman,
pero es claro, esto es por una rivalidad entre partidos, y no necesaria mente
porque estén velando la vida de estos niños. Es más bien una forma de hacer
quedar mal al otro. Repentinamente este pedido desapareció y el caso quedó
archivado.
¿Qué
están esperando? Es la pregunta que muchos nos hacemos luego de escuchar las
noticias, ver los diarios, que muestran las deficiencias en este programa. ¿Es
que acaso están esperando tener pérdidas humanas como fue el caso del anterior
programa?
No
se dan cuenta que se está hablando de vidas, que por sus condiciones necesitan
de ayuda para seguir adelante. Ellos no evalúan si los alimentos tienen contenidos
que les pueda hacer daño, o quienes lo vienen preparando, si pasó por un
control o no. Solo reciben con tantas ansias, aquellos alimentos que calmará su
hambre.
El
gobierno debe actuar de manera seria y racional. Son tantos los casos que surgen
y no podemos decir que solo los
proveedores tienen responsabilidad. Aquí hay un trabajo de por medio que
compromete a quienes supervisan que estos alimentos lleguen al consumidor en
condiciones óptimas. Si no se tiene todo bajo control desde antes de lanzar un
programa, que encima comprometa vidas. Simplemente, no va. Entonces, qué está
pasando con los programas sociales? Esto no puede seguir así.
No sabemos que otras pruebas está esperando la comisión
de investigación para poner un alto. Y de esta manera no seguir perjudicando a
muchos niños, quienes en su ingenuidad, reciben los alimentos, sin imaginarse
el gran daño que les podría ocacionar.
Por : Daisy Benites Cáceres
la verdad no se debe jugar con la vida de los que menos tienen. Se supone que la ayuda debe ser buena no por el hecho de ser gratis ,se dará cualquier cosa.
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