La adolescencia es una de las etapas
más complicadas en la vida de los humanos, no sólo para los adolescentes, sino
también para los padres. Habrá momentos en que te parecerá que una persona
irreconocible ha ocupado el puesto de tu hijo o hija, y extrañarás un pasado
más fácil en cuanto se refiere a disciplina.
Pero es importante recordar que durante
la adolescencia los hijos aprenden a ser su propia persona, a tomar decisiones
ellos solos, a convivir más con sus compañeros, a vivir situaciones de amor
correspondido o amor no correspondido y, en definitiva, a servir como seres
independientes en el mundo.
Es una tarea tan importante para su
futuro como adulto, pero a la vez es complicado. Pienso que se debe respetar su
forma de afrontar los retos a esta edad y, en la mayor medida posible,
comprender su complejidad. Los padres se desesperan fácilmente cuando ven a sus
hijos tambalear entre la dependencia de un niño y la independencia de un adulto
según la situación del momento. Deben armarse de paciencia e intentar no
dejarle ver su frustración a sus hijos.
Los padres no pueden trasladar sus
reglas y soluciones de adultos a los problemas y situaciones de sus hijos
adolescentes. Los adultos afrontan los retos con un sentido mucho más
desarrollado sobre quiénes son, cuáles son los valores importantes, qué desean
y cómo lo consiguen. Pero no pueden, ni deben intentar, trasladar este sentido a sus hijos. No deben
imponer su manera de hacer las cosas o arreglar situaciones difíciles, por
mucho que estén más preparados que ellos en hacerlo. Pueden, y deben, escuchar,
aconsejar, ayudar o ensayar con ellos. Pero nada más. Ellos tienen que
aprender, y deben respetar su manera de hacerlo en la mayor medida posible.
Errores, malos inicios, opiniones
equivocadas, acciones impulsivas, obsesiones pasajeras, fracasos, etc. Todo
esto forma parte de este aprendizaje. Los adolescentes no sólo tienen que
aprender la respuesta correcta a alguna situación, sino que tienen que
comprender el valor de esa respuesta y esto es algo que a veces sólo se aprende
a través de la experiencia. Es un camino complicado, confuso y difícil, que
requiere la comprensión y el apoyo de madres, padres, y familiares mayores.
Opina Keren Cinzano Arellano
jajajajajaja No griten, es exactamente eso...muy interesante, esta etapa es muy dificil, deberían comprendernos más :D
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