Como olvidar ese
día tan especial. Era sábado 26 de julio, nueve y media de la noche, del año
pasado en el Estadio Monumental. Tan solo al
volver a recordarlo, me invaden toda una combinación de sentimientos, que hacen brillar mis ojos
y brotar una pequeña y significativa sonrisa.
Estoy hablando del
concierto de uno de los grandes exponentes del género musical de la Bachata: Romeo Santos, exintegrante del
grupo Aventura. Tengo que admitir. No estoy segura ser la fanática número uno
de este artista, pero fanática de corazón sí.
La espera a su
retorno al Perú fue enorme. Estaba decidida a no perdérmelo otra vez, pues en
su primera visita no tuve el honor de
asistir. Esta hice lo imposible por ir, y así fue.
Paras esas fechas,
me encontraba laborando como cajera en la empresa Multicines UVK. Recuerdo
haber pedido con un mes de anticipación descanso para el sábado, el cual por la gran afluencia del
público no era muy fácil de conseguir. Gracias a Dios me dieron el descanso.
Tras dos largos
años de agonía, se acercaba la hora de poder
verlo y escucharlo. Era la
primera vez que asistía a un concierto de esa magnitud.
Eran las seis de
la tarde. Estaba lista con cámara en
mano, pilas de repuesto y sobretodo las entradas y dinero bien guardados. Me
dirigía hacia Miraflores a recoger a mi amiga, quien salía de sus clases de francés. Estábamos contra el tiempo. El
concierto iniciaba a las nueve.
Cuando al fin
encontramos el taxi, rogaba y rezaba que
llegáramos a tiempo. El tramo, desde
Miraflores hasta el Estadio Monumental en el distrito de Ate Vitarte, se nos
hacia una eternidad.
A medida que nos
aproximábamos al concierto, el entusiasmo se hacía sentir más y más. Las colas
inmensas, los vendedores ambulantes, la muchedumbre de alrededor generaban
mayor emoción.
Sería una noche
espectacular. Entre gritos y más gritos,
alborotadas y alocadas dentro del estadio, nada nos movería de ahí. De pronto,
se inició un juego sorpréndete de luces.
Un sonido rimbombante hacía notar la entrada de Romeo Santos. La emoción me
embargaba. La adrenalina se desbordaba a
su mayor límite. No podía creerlo; era real. Estaba ahí. Él, con su hermosa voz, nos deleitó con lo
mejor de sus canciones.
A todo pulmón, una
tras una de sus canciones era cantadas por todas su fans, incluidas nosotras.
Cuando empezó la canción titulada “Solo por un beso”, una de
las más conocidas, detuvo la música, se dirigió al público para elegir a
unas fans y subirlas al podio. Como es habitual en sus conciertos, siempre
escoge a dos chicas, una gordita y una
flaquita. En ese momento, moría por ser una de ellas. Grité, salté, hice señas, pero ninguna de esta acciones fueron
vistas por él. Solo me quedó contentarme del show.
La primera en subir
fue una joven de contextura delgada y agraciada, a la que todos en una sola voz
pifiaban y gritaban: “silicona, silicona”. Eso no importó. Igual recibió su
premio: un beso de mi querido Romeo.
La segunda elegida
fue una joven bastante robusta, a la cual Romeo no solo le cantó, sino hizo un
baile de Strippers, el cual todas disfrutamos.
Transcurridas dos horas del concierto. Y luego de
corear todas las canciones, terminé totalmente afónica y complacida. Al día
siguiente no podía ni hablar. Definitivamente valió la pena haber asistido a
este concierto anhelado.por : Julissa Huamán
Buenaaaa! Ese diaa <3 suerte!
ResponderEliminarMe gusta lo que comentas la forma en que relatas tu sentir, que bueno que tu puedes haber tenido esa mezcla de sentimientos, pues existimos personas que aunque quisimos ir a un concierto de esos, de nuestro cantante favorito no pudimos realizar ese sueño, es algo que hubiese deseado sentir,.. bien por ti te felicito.
ResponderEliminarLa emoción es grande cuando uno siente de verdad y se embarga de un sentimiento que es difícil de explicarlo sólo déjate llevar por ellos y cuando tengas oportunidades como esas realízalas que tendrás una satisfacción enorme muy dentro de ti, por que vivir con satisfacciones es bueno en la vida, por que no todos tienen la oportunidad que tiviste y tendrás seguramente.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuando uno tiene esa pasión por ver a un artista de reconocimiento mundial, y mucho mas cuando es su favorito, es una experiencia verdaderamente inolvidable, la emoción gira a gritos, otros saltan por resaltarse ante él, aunque es bien dificil dejarse notar debido a la multitud, pero definitivamente este testimonio habla de unas verdaderas fans de Romeo Santos, uno de los grandes representantes de la bachata que ha llegado a marcar muchos corazones con sus canciones tan hermosas e impresionates.
ResponderEliminarDefinitivamente expresaste todo tu sentir en esta crónica, eres una fan a mas no poder de Romeo y quien no con lo bonito que canta, cuando siente esa emoción es cuestión de dejarse llevar para poder disfrutarlo, cumpliste uno de tus sueños y así hay que hacer hasta lo imposible para conseguir todo lo que te propongas.
ResponderEliminar