Mucha
polémica se tiene por la religión que juzga sin precedentes a la homosexualidad.
Se
dice que un homosexual solo causa la vergüenza y la ofensa al Señor, que un
homosexual no es apto para vivir en el prójimo cuando la misma iglesia es la
que predica el amor a todos por igual.
Lo
peor que pueden hacer algunos es que en nombre de Dios padre todo poderoso,
dividen al ser humano a través de los distintos cultos y creencias.
En
nombre de la paz, crean guerras y erigen una autoridad, que según dicen ellos,
el mismo Dios por medio de la iglesia se las dio para poder juzgar y decir qué
cosa es correcta y qué cosa no.
Se
atreven a juzgar a los actos supuestamente “pecaminosos” y carentes de amor.
Acaso
¿el amor no es solo amor? No importa si es de hombre a hombre, de hombre a
mujer o de mujer a mujer. El amor sigue siendo amor por donde se quiera ver.
Lo
más sorprendente es que los portavoces de aquellas religiones que dictaminan el
“buen sendero” que se debe seguir, rompen todas las reglas morales para luego
ponerse una sotana y predicar la palabra del Señor.
Algunos
hablan que Dios creó al hombre y a la mujer, mientras que esos mismos hombres
que defienden esta posición son los que más maltratan a la mujer, las utilizan
como un objeto sexual, la denigran y pocos la ven como su compañera.
Alegan
que un homosexual no puede amar, y que el amor que sienten solo es un engaño
producto del diablo.
¿Qué
saben ellos de amor?, si con lo único que sienten placer es observando y causando
crueldad.
No
les impresiona ver que entre dos hombres se maten o haya violencia entre ellos,
pero si dos hombres se expresan afecto, hipócritamente les llaman maricones,
afeminados, depravados, desviados mentales o incluso hasta pecadores, herejes sacrílegos
de la iglesia.
Acaso
¿Dios no ama a sus hijos por igual?, si predican el amor al prójimo, ¿una
persona homosexual no es también parte del prójimo?
Lo
cierto es que homosexual o no, Dios ama y brinda la salvación a cada uno de sus
hijos. A él no le importa el color de la raza, la situación socioeconómica o la
opción sexual, pero algo es muy cierto: “La palabra de Dios se pierde en la
boca de los hombres”.
Por: Anthony Auris
Es verdad, Dios no juzga a nadie, es la sociedad de ahora que es muy discriminadora, todos tenemos los mismos derechos y tenemos que tratar de ser un poco más civilizados frente a estos temas.
ResponderEliminarLamentablemente, nuestra sociedad esta hecha para juzgar a los demás y no ven las acciones que cada uno hace. Prefieren criticar, antes que criticarse a si mismos. Pero lo que no tienen claro es que DIOS ama a TODOS sin excepción. La sociedad en la actualidad, está totalmente, manchada por odio, rencor, desprecio, etc. Pero depende de cada uno ser parte de esa sociedad o si quiere marcar la diferencia.
ResponderEliminarVivimos en una sociedad donde es más fácil decir maricón que homosexual, juzgar y discriminar a alguien por simplemente expresar sus ideas, sentimiento y emociones, Dios nos hizo libres, y eso tienen que respetar cada uno de los habitantes de esta sociedad, pero es poco probable, como dices, Dios nos ama a todos (:
ResponderEliminarMuy cierto todo lo dicho y muy interesante a la vez , lamentablemente vivimos en un mundo donde se juzga mucho a las personas , sin nisiquiera verse ellos mismo y ver lo que hacen mal, y tratan de ocultar todo eso diciendo que dios no acepta la homosexualidad pero la verdad es que Dios nos hizo a su semejanza y nos ama a todos porque sino ¿Que hacemos en el mundo? nos mando para algo y para mostrar y enseñar a las personas a amarse y aceptarse como son y amarnos entre todos.
ResponderEliminarNo soy muy "religiosa" que digamos, pero sé muy bien que si hay un Dios arriba, estaría retorciéndose de ver cómo sus "seguidores" & "católicos" denigran a los homosexuales, maltratan a muchas féminas y se aprovechan de ellas. A mi parecer, todos somos iguales, tenemos los mismos derechos con la diferencia de que unos pensamos y sentimos de otra manera. El problema es que detrás de esas caretas está ese tipo de gente basura que solo busca extirpar de la sociedad a personas que no tienen la culpa de amar a otras de su mismo sexo.
ResponderEliminarMuy interesante lo que escribes, y creo que tienes razón, Dios no juzga a nadie, los que juzgan son las personas que aún viven en su "burbuja" en pleno siglo XXI
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